22 noviembre 2010

De la arquitectura verde y demás colores

Hace un tiempo publiqué un artículo sobre lo interesante de vivir -y construir- en el trópico, destacando las ventajas que tenemos de contar con un clima poco variable (y quizás por esto mismo bastante agradable), un sol relativamente benigno y corrientes de aire fresco casi durante todo el año. En esa ocasión exaltaba estos puntos en cuanto resultan provechosos para la construcción de edificios y casas en un ambiente tropical. Pero había pasado por alto un detalle muy interesante, que quizás se infería en mi anterior artículo pero que ahora quiero destacar con lupa: UNA DE LAS COSAS MÁS BONITAS DEL TRÓPICO ES SU VEGETACIÓN.

Centro de Arte La Estancia - Caracas (Fuente: Wikimedia.org)

Así es: En países como el nuestro los arquitectos no sólo contamos con un parte meteorológico ventajoso y permisivo, sino que tenemos la oportunidad de jugar con una de las ramas de la arquitectura que mejor la complementa y resalta: el Paisajismo. Quizás alguno me dirá que considera esta disciplina como un inciso aparte de la propia arquitectura, mas yo considero que tiene mucho que ver con ella; tanto así que pienso -y esto es criterio mío, no un dogma- que a la hora de concebir un edificio, sobre todo si tiene mucha apertura hacia los exteriores, paisajismo y arquitectura se pasan la batuta tanto en la elaboración del concepto inicial como a lo largo de todo el desarrollo del proyecto.

Jardín en residencia privada - Maracaibo (Fuente: Luis Ch.)


Colegio Mater Salvatoris - Maracaibo (Fuente: Luis Ch.)

Y es que una vez escuché decir de una persona que había vivido mucho tiempo en España que estaba realmente sorprendido de lo rápido que crece la vegetación por estas latitudes, de lo bien que se da: el verde es muy verde en el trópico. Por esa razón son tan bonitos los jardines en nuestras ciudades. Y si no hay posibilidad de un jardin grande, también existe la opción de llenar la fachada del edificio de verde:

Fachada en residencia privada - Maracaibo (Fuente: Luis Ch.)
Paisajismo en autopistas de Maracaibo (Fuente: Diáspora-Noticias, Yahoo! Groups)

Parque El Ejército - Mérida (Fuente: Tallerprato's Weblog)

Fotografía y plano del Parque del Este - Caracas (Fuente: Desde la Memoria Urbana)

Paseo Ciencias y Monumento a la Chinita - Maracaibo (Fuente: Diáspora-Noticias, Yahoo! Groups)
Espero que les hayan gustado las imágenes. Algunas las tomé yo con mi celular (y les pido disculpas si la resolución es muy baja). Si tienen alguna foto que también quieran publicar por este medio, háganmelo saber.

Saludos, y hasta la próxima.

P.D: Después de publicado este artículo encontré esta foto del famoso Jardín Cromo Vegetal de la Universidad Simón Bolivar. Los créditos son de Gizet González. Pueden acceder a su galería haciendo click aquí.

Jardín Cromo Vegetal (Fuente: Flickr - Gizet González)

Y aprovecho también para subir esta otra foto que tomé con mi celular en un día lluvioso. No tiene tan buena calidad, pero me gusta la exhuberancia de verde que se puede apreciar.

Jardín privado (Fuente: Luis Ch.)

28 octubre 2010

La "Ifquinta": Villa Planchart

Salgo ahora de mi obstinado silencio, comprometiéndome conmigo mismo a desempolvar este diario que comencé a escribir hace unos años -cinco y pico- y que he venido actualizando con cierta regularidad (o irregularidad, para ser sinceros). Desde hace unas semanas había ido alimentando el deseo de volver a escribir, e incluso me puse a la tarea de darle una nueva imagen al blog (como ya habrán notado), pero el verdadero giro que hizo que me decidiera a seguir escribiendo fue, a decir verdad, un poco parecido a ese chispazo inicial por el que comenzó todo: el descubrimiento de una pequeña joya arquitectónica, algo sencillo pero extraordinario, escondido entre la cotidianidad de lo urbano, que hace que me sienta muy orgulloso de la arquitectura de mi país y que me impide callarlo. ¡Hay que darlo a conocer!

Bueno, en esta ocasión la maravilla a la que me refiero es una quinta construida en tiempos de Pérez Jiménez (benditos años '50, ¿por qué será que casi todo se dio en ese entonces?), y aunque la mente detrás de la obra no sea venezolana, se trató de un arquitecto que quedó prendado de Caracas casi a primera vista: Gio Ponti, arquitecto italiano, fundador y director de la revista DOMUS.

Foto nocturna de la Villa Planchart.

La historia comenzó cuando Anala y Armando Planchart, una pareja acomodada de la sociedad caraqueña, consiguieron un pequeño hato en la que fuese la antigua Hacienda Las Mercedes. Le pidieron a Ponti, radicado en Milán, que hiciese un anteproyecto de la que sería su casa, y aunque al principio el arquitecto no mostró mucho interés por la oferta, algo en los requerimientos del proyecto llamó su atención por el reto que significaba: el cerro el Ávila. El terreno del hato ofrecía una vista de casi 360 grados sobre el valle de Caracas, en la que el protagonista era el eterno guardián, el icono natural de la capital, que se mostraba en todo su esplendor, y de cuya presencia se quería apropiar Anala Planchart, "metiéndolo" dentro de la casa.

Si amplian la imagen tendrán una espectacular panorámica del Ávila, y se puede ver, a mano izquierda, la villa Planchart.

Con ese deseo como principal requisito a satisfacer, Ponti comenzó a trabajar, haciendo en primer lugar un viaje a Caracas, en donde pudo ver una capital en creciente desarrollo (la Caracas de los '50) con un potencial inmenso para la arquitectura moderna. Por suerte para él, sus clientes resultaron ser bastantes permisivos (y por supuesto, pudientes), lo que le proporcionó una libertad casi plena: él proponía crear un espacio nuevo en un sitio determinado de la casa, y ellos asentían; les llegaba con una idea temeraria para el piso de la sala, y ellos se dejaban sorprender. Así, sugerencia tras sugerencia, con un "¿Qué tal si hacemos esto aquí?" o un "¿Y si colocamos esto allá?", el proyecto fue espontáneamente bautizado la "Ifquinta", nombre derivado de la frase en inglés "What if?", que viene a significar "¿Qué tal si?".

El impulso creativo de Gio Ponti no se conformó con crear unos espacios audaces, abiertos y luminosos, sino que no se detuvo allí y llenó esos espacios de colores, de materiales, pensando no sólo en la envolvente sino también en sus habitantes, en quienes iban a vivir esos espacios. De esta manera desde el mobiliario hasta la misma vajilla que se utiliza para comer son obra de Ponti, que -como las grandes mentes de la arquitectura- piensa en el conjunto pero también en el detalle.

Planta baja de la villa, en la que un conjunto de líneas ilustra las distintas vistas que tomó en cuenta el arquitecto para la distribución de los espacios y su relación con el exterior inmediato y lejano.

Pero antes de seguir fastidiándolos con tanto texto les invito a que vean los siguientes videos, que son el resumen de un documental titulado "El Cerrito", nombre con que también se conoce a la Villa Planchart. En ellos hay más datos interesante sobre esta excelente obra arquitectónica.



Por último les dejo tres imágenes del interior de la casa, que son excelentes muestras de la genialidad de Gio Ponti:


Y si les interesa saber más de la Villa Planchart, aquí está el enlace del blog que creó la Fundación Anala y Armando Planchart para dar a conocer la obra y las actividades que se realizan en ella hoy en día: