23 mayo 2005

¡Bienvenidos al mercado de los m2!

Estuve viendo ayer, en mi casa, un pequeño folleto (no diré el nombre) que vino encartado en El Nacional, y que se denomina a sí mismo "LA GUÍA INMOBILIARIA DE CONSULTA OBLIGADA". Después de haberlo revisado de cabo a rabo, la verdad es que hasta dan ganas de llorar.

Hace poco oí decir al Arq. Tomás José Sanabria que la arquitectura, tanto en Venezuela como en el resto del mundo, está en una crisis de la que no nos damos cuenta... Bueno, gracias a este folleto, se le deberían abrir los ojos a más de uno.


Parece que no les importase a los arquitectos el aportar algo a la ciudad. Simplemente hacen un "copiar-pegar" de edificios y les meten bastantes apartamentos para así poder vender metros cuadrados hasta saciarse.

"¡En Charallave! La mejor relación entre precio y calidad" Lo del precio no lo dudo, pero la calidad... La verdad es que podrían ser bastante acogedores esos bloquecitos de Lego, todos iguales y con unos materiales de mal aspecto, pero hasta que no me lo demuestren seguiré creyendo lo contrario. ¡Incluso lo proponen como la alternativa para la familia de clase media-baja ignorando que en esos casos el número de hijos no baja de tres!

¿Y qué tal el bloque de ladrillitos? Estuve comentándole a un amigo y le pareció que el ladrillo era una buena solución visual. Estoy de acuerdo con él, pero no hasta el punto de que el ladrillo sea la vía rápida y fácil. Ya es practicamente un estereotipo, sobretodo cuando sea combina con el concreto (Léase: Campo Alegre).

Además, en este edificio el ladrillo lo que hace es disfrazar, al igual que los dos señores que posan para la cámara, la poca cabeza que le metió el arquitecto al diseño de fachada. ¡Eso es lo que llamaríamos un edificio sin cara! Por cierto, este es otro caso que se vende como la alternativa familiar.

¡Ojo! En ningún momento pretendo ofender a los autores de esta arquitectura, sino más bien hacerles un llamado de atención. Y si hay alguien que se siente aludido con lo que estoy diciendo le ofrezco mis disculpas. Pero no debemos tolerar que ejemplos como estos se sigan vendiendo en folleticos como buenas soluciones arquitectónicas.


En éste último sí hubo bastante polémica con mis amigos:

Algunos dicen que les parecía bonito, pero yo les pregunto: ¿hay algún Render en que el edificio no se vea bien?. Y de todas maneras, dejando a un lado las técnicas de mercadeo (que eso es lo que es un Render), me parece que le falta más relación al edificio con su entorno. Quiero decir, en un clima tropical, y de ésto hay bastantes ejemplos, una fachada de cristal es sinónimo de invernadero; además, el edificio está casi totalmente cerrado hacia la calle y, aparte del pequeño boulevard que tiene al frente, apenas parece poseer espacios abiertos. Es una "jaula" con un "invernadero" al lado.

Bueno, después de haberme desahogado de esa manera espero haberme hecho entender. La arquitectura ha perdido su horizonte y se ha convertido en un mercado de metros cuadrados. Si hay alguien que esté de acuerdo conmigo levante la mano; si hay alguien que no, levántela también. ¡Quiero oír opiniones! Para eso es un blog...

Nos veremos en una próxima ocasión.

22 mayo 2005

¿Tortuoso sendero?

La semana pasada tuvimos una entrevista con el Arq.Oscar Tenreiro, famoso por haber tenido parte en concursos internacionales como la Fábrica de General Motors en alguna parte de EEUU (que actualmente no recuerdo) y la ampliación del Museo del Prado, en Madrid, en el que no obtuvo el primer premio, galardón que ostentó el mismísimo Rafael Moneo, pero sí una mención especial. Ya en el territorio nacional ha sido el creador de obras públicas como el Teatro del Oeste y, más recientemente, el plan maestro del complejo deportivo que fue sede de los Juegos Nacionales Cojedes 2003.

En la entrevista, que fue dirigida por el prof. Joel Sanz, se trataron muchos temas (como es lógico), pero vale la pena resaltar algunos en particular. Cabe destacar que este diálogo con el arquitecto se realizó en el marco de uno de los capítulos de la materia que vemos con el prof. Sanz: El sendero del Estado.

En una de sus preguntas Joel Sanz destacó algo muy patente que está ocurriendo actualmente, y es que la arquitectura pública de los últimos años es de una calidad mucho menor a la que se hacía en los años 60 y 70.

Según Tenreiro la llegada de la democracia a Venezuela introdujo un nuevo concepto, el Populismo. En un principio el gobierno de Rómulo Betancourt había iniciado con buen pie la construcción de obras para el pueblo, pero de un momento a otro se empezó a mostrar mayor interés en edificaciones baratas y de rápida construcción, ya que así se podía disponer del dinero sobrante para otros asuntos (¡Vaya usté a sabé!). Se buscaba la manera de poder vender mayor cantidad de metros cuadrados descuidando elementos que ayudan a mejorar la calidad de vida, como son la inclusión de áreas verdes y patios internos en los conjuntos residenciales, una mayor altura del techo en los interiores de los edificios, etc.

Pero, un momento... ¿No es el arquitecto a quien le toca decidir todo eso? Bueno, podríamos decir que sí, pero sólo hasta cierto punto. El mismo Tenreiro declaró que le gustaba trabajar con el Estado más que con el sector privado, pues gozaba de cierta libertad por ser el primero un ente casi impersonal. Pero también nos hizo ver que el arquitecto puede tener cierta visión de la política y de la sociedad, aunque debe estar apoyada por el Estado; si no, debe cumplir lo que le ordenan o echarse a un lado (De hecho Tenreiro ha tenido ciertos problemas con el gobierno actual porque no comparte su visión).

Entonces, ¿cómo hacer para que el Estado –actual o futuro- entienda la importancia de invertir más dinero con el fin de mejorar la calidad de la arquitectura y, al fin y al cabo, la calidad de vida? Honestamente no se me ocurre nada que no sea una intención a largo plazo... ¿Alguna sugerencia?

Después hablaremos de otras cosas que le escuché a Tenreiro. Por ahora lo dejaré hasta aquí para no ser muy tedioso.

17 mayo 2005

Diálogos con Tomás José Sanabria

He aquí una foto que nos tomamos con el renombrado arquitecto Tomás José Sanabria. Conseguimos que viniese a mi casa a darnos una charla -aunque más bien eso fue una tertulia- el 30 del pasado mes.

Foto con TJ Sanabria

Después les contaré un poco más acerca de lo que nos dijo. El Dr. Sanabria es el quinto de izquierda a derecha (yo soy el tercero, ¿qué tal?).

Lástima que la cámara no era muy buena (No he tenido mucha suerte con las cámaras).

Saludos y hasta la próxima, que prometo será pronto.